Palabras y actos: I. Hamlet, de William Shakespeare. Por Aarón Coré.

  
     “Las malas acciones se levantarán, aunque toda la tierra las esconda a los ojos de los hombres”.
 Hamlet.

 
 En Hamlet, de William Shakespeare hay una realidad externa o interna afectando a lo más profundo de los personajes. Y todo lo oculto se ve reflejado en las palabras y actos. Son personajes que resisten, confían, desconfían, combaten, dudan, se mueven de lugar, indagan hasta quedar plenamente conformes y van expresando acciones que transcurren en Dinamarca y que pueden suceder en cualquier parte del mundo.

  Algunas veces son personajes secundarios y se convierten en protagonistas durante determinada escena al revelar acontecimientos cruciales para el desarrollo de la acción. Tenemos al inicio a Marcelo y Bernardo que han informado únicamente a Horacio sobre el fantasma del rey Hamlet, el cual marcha por los pasillos del Castillo de Elsinor. Horacio, un “hombre de letras”, acude para confirmarlo con sus propios ojos.

Horacio: Esto presagia una extraña erupción para nuestro estado.

(Acto I, Escena I).[1]  

   Ahora bien, Horacio es un hombre inteligente, dudó, comprobó por sí mismo y cambió de opinión al asimilar lo vivido. Al verse enfrentado al hecho sobrenatural reconoció con más fuerza el síntoma del conflicto político que habitaba en su entorno. Horacio, rodeado de las acciones de los súbditos (las cuales el guardia Marcelo describe como parte de la preparación para una guerra esperada)  presagia una futura tragedia para el estado. Sabe de las posibles consecuencias de la ausencia del rey de antaño ganador de la guerra contra Noruega. Es decir, hubo un rey de Dinamarca que salía a enfrentar al enemigo. En cambio, el nuevo orden político demuestra ser pasivo al preparar, fortificar y esperar el ataque de los noruegos.

   El “hombre de letras” explica cómo el rey Hamlet dio muerte en batalla al rey Fortinbrás de Noruega y por derecho legal se quedó con sus tierras. De Fortinbrás hijo, sólo sabemos la referencia expresada por Horacio. Ha sido despojado. Para él, quien asesinó a su padre fue el rey de Dinamarca. No le importa si hay pactos sellados y en total legalidad, a él le mataron a su padre y punto. Huérfano y sin reino, se rebela. Él es la vida manifestada en acción, resistencia y enfrentamiento. Fortinbrás es el primer personaje no presente en la escena que decidió accionar ante la tragedia.

   Por lo tanto, tenemos un escenario de tensión política: una guardia de veinticuatro horas al día,  el pueblo preparando sus armas en total sentido de alerta y un fantasma vestido para el combate que tal vez confirme el mal augurio de una guerra externa o interna. Pero, el espectro no emite palabra alguna. Sólo acciones. Una continua y silencia marcha marcial. Sin embargo, al igual que Horacio, nosotros los lectores no lo sabemos todo, sólo tenemos el presagio de que en Shakespeare siempre hay algo oculto debajo de la palabra y conductas. El autor dirige nuestra mirada a otra escena en una zona del castillo donde los ahí presentes, escuchan y observan la actitud de triunfo mediante el discurso del nuevo rey.

Claudio: Con un auspicioso y un ojo caído, con alegría en el funeral y con canto fúnebre en el matrimonio, en igual escala, pesando el deleite y el dolor (Escena II). 

  Claudio es la nueva política del reino, ha tomado por esposa a la que antes era su cuñada y a pesar de mencionar que tuvieron luto cercano, él representa en toda la expresión: “la vida tiene que continuar”. Este rey afirma que existe unión y orden en su reinado. ¿Por qué está tan seguro? ¿Cuál es su estrategia? Informa que está al tanto de la rebelión de Fortinbrás hijo, actúa diplomáticamente enviando cartas a Noruega para que un tío prostrado en cama reciba el mensaje y detenga la venganza de su sobrino guerrero. Además, está rodeado de personas dispuestas a obedecer las intenciones de la corona. Este rey está seguro de que así se detiene una posible rebelión.

Cornelio, Voltimand: En eso y en todas las cosas mostraremos nuestro deber. (Escena II).

    Claudio está accionando en todo el esplendor de su poder. El nuevo rey se siente bien ante la obediencia de sus súbditos. ¿Qué sucede cuando alguien lo obedece? En las acciones que benefician a Polonio encontramos la respuesta: a su hijo Leartes de inmediato se le ha otorgado  el permiso absoluto para viajar a Francia. En ese diálogo observamos cómo actúa Claudio: Tú me obedeces, no cuestionas acciones… yo te premio.

   Pero hay en el espacio alguien que rompe con el discurso de olvido y triunfo. El príncipe Hamlet ha estado presente en la escena. Aunque ha permanecido todo este tiempo en silencio, con su conducta consiguió incomodar a más de uno. Si ya el antiguo rey está bajo tierra y su viuda se ha casado de nuevo, ¿por qué sigue guardando luto el hijo del rey fallecido? ¿Por qué se empeña en recordar el duelo y no se une a la celebración? ¿Qué sucede dentro de ese príncipe? La reina Gertrudis, cree que es algo superficial vinculado al simple celo de un hijo ante el padrastro y en sus palabras coloca el deseo de que su vástago acepte al nuevo esposo. Además, si ella pasó por el sinsabor del luto, aceptó lo efímero de la vida al darle vuelta a la página y se casó nuevamente, ¿por qué este duelo parece ser tan especial para su hijo? Dejemos que el personaje vivo de Shakespeare nos responda:

Hamlet: ¡Parecer, señora! No lo es; Yo no sé 'parecer'.

   Aquí está la maravilla de analizar en la vida y los textos el binomio palabra-acto que realizan las personas. Todo lo genuino se revela a partir de lo que se expresa y acciona. Y Hamlet mediante lo que dice y hace, está demostrando que no sabe parecer. ¡Hamlet es! Él lleva dentro lo que excede cualquier tipo de escenificación vacía. Vive el dolor de perder a su padre, y al responder de esa manera a Gertrudis, pone de manifiesto su postura crítica  respecto al tipo de duelo moral y político que Gertrudis realizó. Sin duda, ella y Claudio parecieron. A pesar de eso, Gertrudis intenta hacerle ver a quienes están en el salón que el luto del hijo del rey fallecido es algo inútil. Ahora bien, el príncipe quería alejarse de ellos y viajar de regreso a su lugar de estudio y filosofía llamado Wittemberg. Pero, la libertad para moverse de lugar le ha sido negada sutilmente.

Claudio: …que te quedes aquí, en la alegría y el consuelo de nuestros ojos, nuestro principal cortesano, primo y nuestro hijo. (Escena II).  

   El personaje principal al quedarse  solo en el espacio sucede la maravilla literaria: leemos y percibimos al personaje vivo. Accedemos a su conciencia. A esas fibras mentales donde sucede el acto de juzgar y de  autocensurarse. Cuando cumplió el padre de Hamlet un mes de muerto, Gertrudis se casó con su cuñado. Vivir la pérdida de su padre, ver a su tío tomar el trono y madre en cuestión de semanas lo está carcomiendo. La idea de colocar eso que siente por medio de la palabra es motivo de auto represión. Así tenemos el conflicto interno del personaje y entendemos el motivo de su conducta. Sin embargo, él expresa únicamente al lector su sentir y muestra cómo se auto reprime convirtiéndonos en testigos mudos al igual que su lengua.

Hamlet: No es ni puede llegar a ser bueno: Pero rompe mi corazón; porque debo contener mi lengua. (Escena II).

   Esa intimidad entre el personaje y nosotros se rompe con la llegada de Horacio quien no ha visto a su amigo en duelo. Ahí está otra de las maravillas de Shakespeare, tenemos la genial maestría de los diálogos para la interpretación actoral. Son líneas aparentemente sencillas, pero que requieren del acompañamiento de hechos. Esta dramaturgia exige vida, actos que expresen lo que no quiere decir un personaje de forma inmediata, de lo contrario, sería una representación  teatralmente vacía. ¿Qué acciones realizará el actor para consolar sin decir palabras? Es decir, Horacio y Hamlet no van directo al tema del padre muerto pero sienten lo que ha sucedido.

   Además, poco a poco, Horacio buscó la ocasión para decir que ha visto al rey en forma de espectro. El príncipe para poder creerlo, cuestiona de forma astuta hasta conseguir la certeza.  Bernardo, Marcelo y Horacio prometen no decir ni una palabra de lo que han visto, así es como él consiguió sus aliados.

Hamlet: Hasta entonces, quédate quieta, alma mía; las malas acciones se levantarán, aunque toda la tierra las sepulte a los ojos de los hombres. (Escena II).

   La escena de Leartes despidiéndose y dando consejos a su hermana Ofelia sobre el amor y propuestas de Hamlet no es un simple consejo de un hermano preocupado por la castidad de su hermana. Él pide a ella que se aleje y no caiga en las estrategias de un noble enamorado. Aquí la familia interviene en las decisiones que deberían corresponder a un solo individuo. Y Polonio, es el vivo ejemplo del padre que consigue enterarse de todo, está convencido de que Ofelia tiene el deber de contarle al pie de la letra lo que le suceda en su vida y, aparte, contarle cómo se comporta su enamorado. ¿Qué necesita saber Polonio de Hamlet? Y ¿Qué decisión tomará Ofelia?

Ofelia: Obedeceré, mi señor. (Escena III).

   En otra escena, Hamlet, Horacio y Marcelo miran al fantasma pasar frente a ellos. El hijo intenta perseguir a su padre, pero tratan de impedírselo y él se resiste al grado de amenazar con dar muerte a quien impida interponerse durante su acción. Va tras el fantasma y Marcelo pronuncia la frase que es referente importante de lo oculto que hay en la obra.

Marcelo: Algo está podrido en el estado de Dinamarca. (Escena IV).

  Y, en efecto, hay algo más pestilente que la sangre derramada por una guerra externa, porque el fantasma del rey insistió en hablar para descubrir las acciones disfrazadas y podridas.

Fantasma del rey Hamlet: Durmiendo dentro de mi jardín, mi costumbre siempre de la tarde, en mi hora segura tu tío la robó con jugo venenoso en un frasco, y en los orificios de mis oídos vertió el ponzoñoso líquido. (Acto I, Escena V).

   El golpe de la verdad llega hasta el corazón de nuestro príncipe mediante la palabra. Ya no es un huérfano de padre que se lamenta por la inevitable e injusta muerte. A la repulsión que sentía por la apresurada boda de su madre, se suma el fratricidio, golpe de estado y la impunidad del rey Claudio. Ahora Hamlet lo comprende todo. Los usos y costumbres mezquinos de este mundo son para él más rancios que nunca.

   Algo intuía Horacio con su presagio sobre la guerra o destrucción que se avecina. Sin embargo, no se trataba de una externa, sino, de una más poderosa y letal a partir de lo que consume el interior del personaje principal. Es una venganza que él ha prometido ejecutar. El juramento que realizaron Marcelo, Bernardo y Horacio junto a Hamlet son acciones que afirman la decisión de cómo se rebelará y romperá la unión, orden, mandatos de un usurpador, rey fratricida y  espía perseguidor de un sobrino inconforme.

   Observamos la desarrollada percepción del príncipe respecto a cómo “las malas acciones se levantarán, aunque toda la tierra las esconda a los ojos de los hombres”.  Shakespeare así fue hilando palabras y actos de los personajes. Directores, actrices y actores...Shakespeare es la palabra que se pronuncia acompañada de actos. Shakespeare exige una interpretación viva de sus personajes. Con esta dramaturgia  un actor no puede parecer, tiene que ser mediante palabras y actos.


 Por Aarón Coré.  
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Leer el análisis del Acto II:
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[1] La lectura y análisis se realizó directamente del idioma original. Y la traducción se trató de realizar lo más apegado posible a lo que Shakespeare escribió.

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Referencia:

Shakespeare, William (1969) Hamlet. Madrid: Salvat : Alianza.

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Aarón Coré.*
   Nació en Monterrey, Nuevo León, México en el año de 1982.  Egresó el 2015 de la Escuela de Teatro de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Nuevo León, México. (UANL). Actualmente, cursa el sexto semestre de la Licenciatura de Educación en la misma universidad.

   El 23 de marzo de 2020, creó la Revista Sector Nostalgia. Pasión por el retorno... A través de este proyecto, se retorna a un tema cultural, personaje o trayectoria de un artista específico y se vincula con nuestro presente por medio de la escritura, podcast, entrevistas y breves documentales.

   Fundó  Mezquiteatro, el 6 de febrero de 2019, una compañía teatral independiente en la que realiza talleres, escritura, teatro y encuentro con las comunidades.  

*Actualizado el 04 de septiembre de 2021. Monterrey, Nuevo León, México.


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