Palabras y actos: III Hamlet. Por Aarón Coré.

 “Dame un hombre que no sea esclavo de sus pasiones, y yo lo colocaré en el centro de mi corazón; sí, en el corazón de mi corazón”. 
Hamlet, de William Shakespeare.   


   En el acto III de Hamlet, Shakespeare nos muestra a aquel que se escabulle para no ser descubierto. Hay dos personajes principales que tienen plena conciencia de que la palabra es la trampa. Además, sus acciones los conducirán a la revelación, exposición o incluso, mantenerse ilesos a través del ingenioso camuflaje. ¿Cómo se usa la palabra cuando alguien quiere  ocultar sus actos?

   Claudio no se rinde ante el sobrino transformado en la incómoda piedra en el zapato real. ¿Cómo descubrir si Hamlet ya está enterado del golpe de estado? ¿Qué trama el hijo de un rey asesinado? El nuevo rey, al continuar enviando aduladores disfrazados de amigos, se le está escapando algo: el príncipe, es un ser crítico y sensible; es muy difícil que alguien así caiga ante la simpleza de este tipo de estrategias. Me he encontrado con personas que presentan conductas y tienen sirvientes como lo hizo Claudio. Por ése mínimo ejemplo y más, el conflicto entre un rey y príncipe, no es ajeno  nuestras vidas. Por ese motivo, reflexiono en el reflejo de la naturaleza humana y en ¿cómo no voy a dejar de maravillarme ante las palabras de William Shakespeare?

Claudio: ¿Y no podéis, indagar en la conversación que con él tuvisteis, de qué nace aquel desorden de espíritu que tan cruelmente altera su quietud, con turbulenta y peligrosa demencia?

Rosencrantz: Él mismo reconoce los extravíos de su razón; pero no ha querido manifestarnos el origen de ellos. (Acto III, escena I).

   Al asesino le informan que el hijo de la reina está inmerso en el deleite teatral y eso significa una especie de calma o tregua para el nuevo régimen. Recuerdo el ensayo de Yásnaya Aguilar Gil, Un México sin nosotros: naciones indígenas y autonomía, ella hizo una crítica al Estado represor y tolerante de un pueblo originario. El represor premia cuando una persona, alejada de los intereses nacionalistas, realiza actividades literarias. En el caso contrario, cuando se trata de participar en lo político o legislativo, se le persigue de la forma más cruel por ser una fuente donde brota el supuesto desorden.

   ¿Por qué lo relaciono con algo que sigue ocurriendo en el actual siglo? A este punto del análisis de Hamlet, William Shakespeare, es inevitable reflejarse en la condición humana y actos políticos que no son exclusivos de un territorio y temporalidad como lo fue Dinamarca en la aparente ficción del dramaturgo. Existe un Estado partidario de un posible resistidor que ocupa su mirada y tiempo hacia lo cultural. En cambio, detesta a quien diluye, cuestione o revele lo podrido de un orden establecido. Y este refrenar se ha vivido en México a través de los sexenios presidenciales y ha podrido lo cultural, educativo, político, social y económico. ¿Con qué otro país y tiempo los lectores de Shakespeare han relacionado las acciones del nuevo rey de Dinamarca? Jan Kott sostuvo en sus grandes ensayos sobre el Bardo de Avon lo siguiente: “Sólo así puede valorarse cada escenificación shakespeariana: preguntándonos cuánto contiene de Shakespeare y cuánto de nosotros mismos”. ( p. 26).

  Por otro lado, ¿hay más planes en el repertorio real? Sí, ahora la carnada será la dulce Ofelia. Polonio y Claudio al traspasar los muros de Elsinor se convierten en espías. Oirán escondidos y verán sin ser vistos la palabra expresada de Hamlet a su amada. Así, hasta comprobar la razón del comportamiento de un enamorado. El tinglado está listo para cuando el príncipe ande por los pasillos del castillo. Gertrudis, Polonio y Claudio están de acuerdo en la trampa. Cuando el príncipe irrumpe el espacio, expresa su pensamiento en voz alta a los aparentes muros sordos y ciegos. Aparece el eterno ser o no ser revelador de lo más profundo del personaje principal de esta obra y acto. La duda humana y su contradicción. No sabe si debe existir o no. Si debe vivir o morir en cada intento. ¿Eso quería escuchar Claudio? Pues esas son las palabras del hijo del rey asesinado dirigidas al usurpador experto en disimular muy bien la pesada carga de su delito a través de su lenguaje hipócrita.

Hamlet: ¿Quién podría tolerar tanta opresión, sudando, gimiendo bajo el peso de una vida molesta si no fuese que el amor de que existe alguna cosa más allá de la Muerte (aquel país desconocido de cuyos límites ningún caminante torna) nos embaraza en dudas y nos hace sufrir los males que nos cercan; antes que ir a buscar otros de que no tenemos seguro conocimiento? (Acto III, escena I).

   Pero, llega el momento de hablar con Ofelia y al hacerlo, negará a los cuatro vientos sus palabras y actos realizados en honor a ella. ¿Cómo podía ver Hamlet que Ofelia fue manipulada? Nada podría ayudarlo. Ha reprimido el amor en su existencia. Está seguro de que sólo una persona en el castillo es honesta y ya no se trata de Ofelia. Por eso habla del amor en tiempo pasado. Este hombre está transformado. Rechaza el amor de ella y la repudia. ¿Qué siente Ofelia al ver desvanecidos los vocablos amorosos?

Ofelia: Y yo, la más desconsolada e infeliz de las mujeres, que gusté algún día la miel de sus promesas suaves, veo ahora noble y sublime entendimiento desacordado, como la campana sonora que se hiende. Aquella incomparable presencia, aquel semblante de florida juventud alterado con el frenesí. ¡Oh! ¡Cuánta, cuánta es mi desdicha, de haber visto lo que vi, para ver lo que veo! (Acto III, escena I).

   Y Claudio lo ha escuchado todo. ¿Cuál es su veredicto? Hamlet lo sabe todo. Ya está convencido de que no se trataba de un enamoramiento y mucho menos se debía a la locura. El discurso surtió efecto en el asesino. Por eso, actúa de inmediato. Al príncipe le espera la expulsión de Dinamarca. Pero Polonio, lanza otra estrategia donde Gertrudis participará. La reina y madre, tendrá una conversación con su hijo a solas. Y en este reino, estar a solas implica tener a alguien tras el tapiz escuchándolo todo. ¿Por qué?

Claudio: La locura en los grandes vigilada ha de ser. (Acto III, escena I).

   Sin embargo, el sobrino incómodo, filósofo y gran lector, ahora se encuentra rodeado de actores. Él demuestra otra faceta más de su multidisciplinariedad. Es un director de actores. Conoce textos latinos. Sabe de actuar orgánicamente. Es más, es capaz de adaptar una obra conde sucede el hecho teatral. Y reunirá por medio del teatro a la familia real, a sus allegados y al amigo Horacio como espectadores de un espejo que irradia los vicios, condición humana y, quizás, su propia imagen.

  Este director, teatralmente se ha preparado muy bien en Wittenberg y desea hacer una obra que exponga los actos ocultos. Está orquestando un espectáculo capaz de sacudir al espectador más difícil. Y su cátedra de dirección es impresionante. Y esto es lo interesante: en la vida de Hamlet no existe el parecer, por eso no está dispuesto a perdonar simulaciones por parte de los actores. El gran director teatral quiere la encarnación actoral.

   Pero, irrumpen Polonio, Rosencrantz y Guildenstern. Y de nuevo, los enviados fingen. Y aquí hay otro punto que me sigue conmoviendo profundamente. En la vida de Hamlet y la nuestra, se puede coincidir con personas honestas sean o no de tu familia a pesar de los usos y costumbres vacías del mundo respecto a la calidad humana. Entra Horacio. Y recibe el reconocimiento de Hamlet y de nosotros como lectores-espectadores.

Hamlet: Dame un hombre que no sea esclavo de sus pasiones, y yo lo colocaré en el centro de mi corazón; sí, en el corazón de mi corazón, como lo hago contigo. (Acto III, escena II).

   Horacio ha sido comprobado en palabras y actos. Ha permanecido íntegro desde el inicio del día hasta el anochecer. Horacio es una sola cara honesta y no sabe parecer. Y Claudio lo supo desde un principio, por eso jamás recurrió a él para intentar convertirlo en su instrumento. Horacio es el ejemplo perfecto de cómo a una persona por más que la intenten enredar con fines mezquinos, jamás traicionaría a quien verdaderamente está en el centro de su corazón. Ahora bien, los dos amigos, bajo la piel de  espectadores evaluarán la reacción de Claudio ante la obra: La ratonera. Se volverán espías y  vigilarán cada reacción del rey. El teatro será la herramienta de Hamlet para descubrir al asesino y el regazo de Ofelia el elegido para que el príncipe especte  de forma perfecta.

  La obra inicia y leemos que otra se desarrolla dentro de la misma. La maravilla es que en la lectura o en el aquí y ahora del teatro, el espectador ve dos obras en un mismo espacio. Por eso el director exigió la organicidad en los cuerpos que provocarán a los personajes que la mirarán y a nosotros como los espectadores. En los diálogos surgieron los vocablos de la ficción cargados de ajenjo y se vertió el veneno en los oídos de un rey que dormía en el jardín. ¿Casualidad o fue hecho a propósito? ¡Qué importa! ¡Para eso se hace el teatro desde sus inicios! ¡Para eso lo siguen practicando los actores y compañías en los tiempos del príncipe! ¡En el teatro se exponen los vicios y se denuncia !

 Y así fue como se delató el rey. La carga del asesinato oculto y el poder del teatro provocaron la reacción de Claudio quien pidió luz para tratar de iluminar su oscuridad interna. Se ha detenido la obra. Lo cual, no pasó desapercibida a los ojos de Horacio y Hamlet. Ya se despejaron las dudas y no se desconfía de la confesión del fantasma. Esa es la maravilla del teatro y de William Shakespeare. El teatro porque provoca. Y Shakespeare, por mostrarnos la naturaleza humana sin disfraces.

  Pero ¿Qué hacen los servidores del rey? Desesperados se presentan ante el príncipe de Dinamarca. Insisten sin tapujos en descubrir a su amigo:

Rosencrantz: Pero ¿cuál puede ser el motivo de vuestra indisposición? Eso, por cierto, es cerrar vos mismo las puertas a vuestra libertad, no queriendo comunicar vuestros amigos los pesares que sentís. (Acto III, escena II).

   Y el inteligente hijo de un rey asesinado, les pide tocar una flauta. Si ellos fácilmente mienten con su amistad, ¿Por qué no serán capaces de tocar una flauta? ¿Cómo intentan hacer que el órgano de un amigo emita sonido? Creyeron en lo simple y recibieron una maravillosa lección por su hipocresía. Pero, ellos no importan, en unos momentos él se enfrentará a su madre y así como lo hizo con Claudio, la colocará ante un espejo para mirar dentro de su ser.

Hamlet: Déjame ser cruel, pero no parricida. El puñal que ha de herirla está en mis palabras, no en mi mano; disimulen el corazón y la lengua, sean las que fueren las execraciones que contra ella pronuncie, nunca, nunca mi alma solicitará que se cumplan. (Acto III, escena II).

   Pero, antes, Shakespeare nos sigue mostrando a Claudio. No estará en paz hasta echar del reino a la piedra del zapato. Sabe del riesgo que corre al andar su sobrino suelto. En su soledad el fratricida está consciente de su crimen. Haber matado a su hermano lo tiene acorralado y arrodillado intenta que ese asesinato sea perdonado. ¿Cómo se puede evitar la peste de un asesinato? ¿Cómo se podría cuando toda Dinamarca huele a podrido? Así Hamlet lo ha sorprendido en el acto de rezar. Pudo haber terminado con su vida en ese momento, pero quiere hacer justicia de un modo distinto. Nosotros esperaremos para ver cómo ejecutará su venganza en los posteriores actos.

   Por lo pronto, el príncipe se dirige a otra habitación del castillo. Ahí coloca a Gertrudis ante un espejo real. Pero, él ya no es el mismo y su madre le teme. El grito de la reina pidiendo socorro, reveló al espía detrás del tapiz. El hijo y sobrino incómodo, le da muerte inmediata demostrando resolución en su acto de venganza a pesar de los anteriores titubeos. Gertrudis se enfrentó a la crítica y juicio cruel de su hijo. El reproche de haberse casado con el hermano de su esposo es lo que retumba con más fuerza en los oídos reales. Quizás Gertrudis reaccione, quizás fingió aceptar para sobrevivir a la posible muerte de un hijo sin cordura. Ella sólo ve a través del espejo a un loco y reciente asesino que habla con las sombras.

  Tal vez, lo sucedido en la habitación de Gertrudis, beneficie a Claudio al dar poder a su discurso de que Hamlet está loco. Ahora, el consejero del rey, el padre de Ofelia se ha convertido en cadáver, seguro piensa que el sobrino ha caído en La ratonera. Después de todo, las pruebas de un asesinato están basadas en la subjetividad de alguien que padece la locura. Entonces, ¿Qué pasará con Hamlet? Ya ha comprobado que el padrastro es un asesino y ha realizado su primer asesinato que le llena de fuerza para vengar la muerte de su padre, con eso es suficiente. La justicia que persigue no pertenece al Estado, sino que esta basada en la justicia del espíritu.

   Finalmente, Claudio sabe que Hamlet lo ha descubierto y Hamlet comprobó el modo en que su tío usurpó el trono. Los dos después de tanto escabullirse para poder percibirse mejor, ya planean cómo deshacerse el uno del otro. El orden del nuevo reino se está tambaleando  y Hamlet prácticamente ha declarado la guerra al régimen. Y pensar que sólo las palabras y actos que sucedieron dentro de una obra que el príncipe montó, lo llevaron a afirmar su ser…

 Por Aarón Coré.
Leer el análisis del Acto I: 👇

Leer el análisis del Acto II:👇
 

Referencias:

Aguilar Gil, Yásnaya Elena (2018). Nosotros sin México: naciones indígenas y autonomía.

Jan Kott (2014). El Hamlet de este medio siglo. Ensayos sobre Shakespeare. Buenos Aires: China Editora.



Aarón Coré.*
   Nació en Monterrey, Nuevo León, México en el año de 1982.  Egresó el 2015 de la Escuela de Teatro de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Nuevo León, México. (UANL). Actualmente, cursa el sexto semestre de la Licenciatura de Educación en la misma universidad.

   El 23 de marzo de 2020, creó la Revista Sector Nostalgia. Pasión por el retorno... A través de este proyecto, se retorna a un tema cultural, personaje o trayectoria de un artista específico y se vincula con nuestro presente por medio de la escritura, podcast, entrevistas y breves documentales.

   Fundó  Mezquiteatro, el 6 de febrero de 2019, una compañía teatral independiente en la que realiza talleres, escritura, teatro y encuentro con las comunidades.  

*Actualizado el 04 de septiembre de 2021. Monterrey, Nuevo León, México.


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