Miguel Lugo: ¿Realmente el arte puede ser un motor que nos ayude a transformar?

" La idea o lo que nos llevó a ponerlo, a montarlo, es precisamente como esta posibilidad de gritar, de que la obra sea un grito. De que la obra sea un motivo de llamar la atención ante una situación que nos está rebasando ".

Miguel Lugo.


Miguel Lugo.
Director de La Nada Teatro.
Fotografía: Luis Velázquez

Ver: Avance de A lo mejor te encuentro y cuando te encuentre voy a abrazarte mucho en nuestro Tik tok



Entrevista realizada por Aarón Coré

Entrevisté Miguel Lugo, director de la obra A lo mejor te encuentro y cuando te encuentre voy a abrazarte mucho, de Manuel Barragán, un monólogo que Erandi Rojas interpretó con todo su ser el 1° de agosto a las 20 horas en el Teatro del Centro de las Artes I Conarte, en Monterrey  Nuevo León, México.

 Cuando contacté a Miguel Lugo, de  Guadalajara, Jalisco se encontraba en gira por el Circuito Norte del 18 Festival de Monólogos Teatro a Una Sola Voz. Aceptó la entrevista y pude comprender más el por qué de La Nada Teatro y de la transformación personal y ética que ha tenido a lo largo de su trayectoria teatral.

Imagen:
Conarte NL/Coordinación Nacional de Teatro/INBAL

 
 Miguel, gracias por aceptar la entrevista porque sé cómo andan de chamba ahí en el Festival de Monólogos. Gracias.

Hola qué tal, buenos días, este no, pues, gracias a ti por el espacio y ciertamente pues se está haciendo una experiencia muy interesante, muy atractiva encontrarnos con los públicos del Norte del país que no habíamos tenido la posibilidad de traer el trabajo por acá. Y, ciertamente, es como ha sido, como muy ajetreado ¿no? Estar en una ciudad e irte rápido porque vas a la otra. Pero esta genial. La verdad es que lo estamos disfrutando mucho. Y sobre todo con este trabajo que festeja de alguna manera o que celebra de alguna manera la mayoría de edad de La nada Teatro.

Bueno, mucho de que hablar. Por ejemplo, La Nada Teatro, ¿cuánto tiempo tienen ustedes como colectivo, compañía o grupo? ¿Cómo se definen?

Pues, es un grupo. Mira, en realidad, al principio sí teníamos  un elenco fijo. Pero, pues, eso duró muy poquito tiempo. Porque, finalmente trabajar desde la independencia es un poco complicado ¿no? Entonces, pues yo entiendo que los compañeros tienen que buscar. Tienen que buscar el sostén y tienen que buscar cosas por hacer. Porque hay que resolver situaciones.

Nosotros empezamos en el 2004. Nuestro primer montaje fue hecho en el 2004 y se llamaba “Solitarios perdedores”. Entonces, por allá estuvimos en Tijuana, en la Muestra Nacional que se hizo en aquel año y no hemos parado de trabajar. Eso sí, lo único que nos ha detenido, que nos detuvo, fue la pandemia. En donde yo tomé la decisión de no hacer nada virtual a pesar de que los compañeros me lo mencionaban. “Vamos a hacer…”, “¡No, ni madres!”. No quise. Entonces, ahí sí tuvimos una pausa de los dos años. Entonces, este montaje “A lo mejor te encuentro y cuando te encuentre voy a abrazarte mucho” es el primer montaje desde el 2018. En 2018 estrenamos lo anterior, que fue “Clausura del amor”, hicimos temporada 2018, 2019. Luego, detuvimos y el año pasado, 2022, estrenamos “A lo mejor te encuentro…”.

Imagen: La Nada Teatro.

¿Qué función tienes ahí en este grupo? Y, ¿cuál ha sido el objetivo de ustedes?

Pues, mira este yo ahí soy el que hace como que dirige. Y, normalmente, porque así me gusta trabajar, también me hago cargo del diseño de espacio y diseño de iluminación. Tres en uno. Bueno, lo que pasa es que también las condiciones en las que hemos trabajado, que son de alguna manera no solo autogestiva, sino pues decir “a ver, además de actuar, ¿qué otro talento tienes? “No, pues que yo, este, le hallo a la costura”. “No, pues que yo tomo fotos”. “Yo puedo dirigir, puedo diseñar, puedo y puedo operar las funciones”. Sí, porque si no seríamos una compañía de 50 y con qué la mantenemos.

"A lo mejor te encuentro y cuando te encuentre voy a abrazarte mucho". Está genial ese título. Háblame sobre la obra de Manuel Barragán. Porque fíjate lo que observo. Leo la sinopsis y ya desde ese momento es difícil tomar distancia sobre un tema que lamentablemente está pendiente en nuestro sistema social, judicial y político, pienso yo. Háblame sobre este texto por favor.

Ciertamente, como lo comentas muy bien. Es un texto al cual es difícil ser indiferente. Precisamente por la connotación social que puede llegar a tener ¿no? La idea que tenemos nosotros y que cada vez la consolidamos más al pasar de los meses y de las funciones. Antier, dimos la función número 31. Que no son muchas, pero, que finalmente esto habla del camino que hemos recorrido antes llegar al Festival. La idea o lo que nos llevó a ponerlo, a montarlo, es precisamente como esta posibilidad de gritar, de que la obra sea un grito. De que la obra sea un motivo de llamar la atención ante una situación que nos está rebasando ¿no? No sé Nuevo León, pero Jalisco está de la chingada.

Entonces, es algo que consideramos necesario. Y creo que una de las grandes generosidades que tiene el texto es que no es un texto que revictimice, sino más bien que plantea, como tú puedes ver ahí en la sinopsis, es la historia de una búsqueda que parte de del amor, como todas. Eso no la hace diferente. Yo pienso que cualquier persona que busca, parte del amor y del cariño y del estigma. Pero, aquí lo que reflejamos no solo es eso, no solo es el amor inacabable. Sino la fe, la fuerza, la fe que provoca que haya fuerzas para seguir.

Y por otra parte esto, que también no visibilizamos y que es: ¿qué sucede con las personas que se quedan? ¿Qué sucede con las personas que buscan? ¿Qué sucede con aquellos que han perdido y tienen que buscar, tienen que encontrar? ¡Se les acaba la vida! Es decir, son vidas que se terminan. Y peor aún, porque se van extinguiendo en vida. Es un poco lo que retrata el texto. Y en ese sentido, lo que te decía al principio que tú mencionaste también, pues es difícil, es difícil no ser empáticos ante una situación así.

Tienes razón y pienso sobre tu labor como director, porque tienes varias funciones en La nada teatro, ya lo mencionaste. Pero pienso en ¿qué posibilidades, a ti, como director, te proporciona el monólogo? Contar la historia sin caer en revictimización. Por ejemplo.

Pues, muchas. Porque también nos ha llevado como a buscar, encontrar o redescubrir, no lo sé. Una manera de contar. O sea, a lo que voy es, decidimos que fuera lo más sencillo posible con esta cuestión. Es decir, entre menos parafernalia, vestido o dispositivos técnicos, escenográficos, luminosos, lumínicos…más trabajo tiene el actor. Es decir, lo pones en el centro de las cosas. En el centro de la cosa. Y desde ahí es que decidimos abordar el texto. Bueno, nuestra escenografía es una cinta de masking tape, por ejemplo. Entonces, la actriz tiene que estar ahí todo el tiempo presente, y lo está. A partir de esta serie de decisiones nos lleva a poner todo el trabajo en la actoralidad, que es lo importante. En la actoralidad, en la historia, nada más.

Actriz Erandi Rojas.
Protagonista de
A lo mejor te encuentro y cuando te encuentre
 voy a abrazarte mucho.
Fotografía: 

Y precisamente hablando sobre el trabajo de Erandi Rojas, tú como director, como observas el trabajo de ella como actriz ante este tema tan profundo.

Sí, mira, es que justamente creo que, de hecho, ella… yo tenía mis dudas de montar. Y ella conectó con el texto de manera inmediata. Erandi y yo hemos trabajado mucho tiempo juntos, varios montajes. Como actriz, apenas pocos. Pero, empezamos a colaborar siendo ella mi asistente de dirección y maquillista. Y bueno, pues tiene muchos talentos la chica. Pero, este texto creo que la cimbró, la conmovió y fue la que en realidad empujó la decisión. Porque yo debo confesar que tenía mis dudas. No porque no me gustara, no porque no quería, no porque no quisiera hacerlo, sino porque considero justamente lo que hemos venido abordando hace unos minutos. Porque, considero que hay una línea muy delgada entre la postura, digamos, ética, moral y activista que es a la que queremos apostar y la revictimización o el panfleto. Porque, además, digo yo estoy bien consciente que una obra de teatro no va a cambiar la situación, pero lo que sí puede crear es conciencia, empatía y ganas de moverse ¿no?

Entonces, cuando ella conecta de tal manera con el texto, que se vuelve un proyecto vital para ella, partir de eso logra construir algo que yo no le había visto en montajes anteriores. O sea, ni siquiera trabajando conmigo, porque te digo, nos conocemos y la he dirigido en otras ocasiones. Pero, en esta, en realidad casi casi la dejé hacer y no más fue cuestión de ir limpiando. Porque tiene un trabajo, digamos, muy detallado, gestual, con las manos, con la mirada, con la pausa.

No quiero decir que no trabajé, claro que trabajé y mucho. Pero, todo eso estaba surgiendo un poco más de ella que de mí. O sea, creo que el hecho de que hemos trabajado tanto nos ha ayudado a coordinarnos muy bien, a entendernos. De tal manera que a lo mejor el detonador era una imagen mía. “Oye, aquí pienso que podrías empezar haciendo esto. ¡Pum!”. Y de ahí se derivaba ya la exploración a partir del texto de lo que había que hacer para que el texto caminara. Entonces, ha sido un trabajo bastante interesante. Y la verdad es que creo que ella está ahorita como en un momento muy muy bonito de su actoralidad con este personaje. ¡No sé con los demás!

Ya estoy ansioso de ver su trabajo, créeme es algo que realmente no se puede hacer a un lado, como te lo comentaba al inicio. Y bueno, hay algo que sí quiero retomar, ¿Qué papel tiene el teatro frente a este tema en específico de los desaparecidos? Ya lo mencionaste un poco pero sí quisiera ahondar un poquito más.

Fíjate que justamente esa era una de las preguntas que yo me hacía antes de iniciar. O sea, de hecho, hubo un momento en que yo le dije “¿Sabes qué? Creo que no”. O sea, hasta llegué a decirle…porque bueno, el texto tiene toda una historia. Yo lo iba a hacer con alguien más en otra ciudad. Entonces, luego eso se cayó y se lo preste a Erandi. Pero, le dije “este texto no es para ti. Léelo, pero no es para ti”. Y ya cuando lo leyó me dijo “¡pero por supuesto que es para mí. ¡Lo quiero!”

Hubo un momento en que me acuerdo de que le dije “A ver, te gusta un chingo, lo sé, lo veo. Hazlo con alguien más. Y ella me dijo “no, piénsalo bien. Piénsalo bien. No respondas ahora”. Y bueno, pues ya después “¡Órale!”. Un día dije “chingue su… vamos a hacerlo. Hay que correr el riesgo. Justamente por esta cuestión que te digo. Y la otra, porque también me preguntaba ¿realmente podemos desde el arte? Y creo que es una pregunta que sigue vigente. ¿Realmente el arte puede ser motor, motivo de cambio, de transformación, un motor que nos ayude a transformar?

Y acá lo que hemos hecho un poco es, una apuesta por generar, por inquietar al público, generar conciencia. O sea, por la situación. Está pasando. La situación es invisible. Y más allá de poner una cuestión, lo que hicimos, también a raíz de una iniciativa de Erandi… creo que debiste haberla entrevistado a ella (ríe) Pero, fue que contactamos con un colectivo de buscadores, con el Colectivo Luz de Esperanza y lo que hicimos ya en la última temporada, fue que ellos estaban presentes al final de las funciones. Evidentemente, llevaban su bote. Cuando te acercas y pláticas con ellos, te das cuenta de que necesitan un chingo de cosas que nosotros podemos acercarles y que no necesariamente es dinero.

Fotografía: Luis Velázquez.


En una ocasión del final de temporada, nos invitó CULTURA UDG a hacer un desmontaje. Y decidimos que estuvieran ellos presentes en la charla. Y entonces, justamente le preguntaban, fue una pregunta similar al director del Colectivo Luz de Esperanza que cómo veían esta cuestión de que el arte y el teatro. Decían “miren, nosotros estamos muy agradecidos de que podamos estar colaborando juntos. Pero para mí, el simple hecho de que una persona salga de las funciones y salga y vea (porque ponían ahí en el lobby una lona en fichas), que voltee a ver a nuestros desaparecidos, que vean la foto de mi hijo, con eso yo ya la hice. Con eso me quedo satisfecho, si nos pueden apoyar. Y que no solo es de poner el billete de a veinte en el bote, sino que esa gente necesita muchas cosas, sueros, agua, palas, picos, sellador para las fichas… un montón de cosas. ¡Hasta eso! Que nos acompañen, que se enteren de las actividades, que vean las fotos que…” y sí, los entiendes. Porque pues son gentes que están en una situación que ni de chiste, yo lo sigo diciendo, ni de chiste dimensionamos en su justa realidad cabrón.

Exacto, tienes razón, qué poderoso lo que estás mencionando…

Sí y justo eso es lo que yo también le decía a Erandi, es que a mí…bueno, estoy sonando como un director arrepentido, pero no lo estoy, créeme que no lo estoy. Porque, además, evidentemente el montaje a mí me ha hecho cuestionarme muchas cosas. O sea, cuando veo lo que sucede con la obra, con el público, con el colectivo y que yo de repente digo “¡Puta Madre! ¿Por qué no hice esto antes? O sea, ¿por qué he sido indiferente a cosas tan sustanciales como estas?”.

Gracias por compartirlo de veras eh. Se me pone chinita la piel porque realmente es como dices, ¿por qué no lo hacemos consciente? Vamos evadiendo tantas situaciones y que no son ajenas, fíjate bien, en tu estado al que está aquí, al vecino que es Tamaulipas. Ahí, yo viví mucho tiempo, ahora en Nuevo León. Esto es algo que ya se ha expandido y que no podemos vivir como si no pasara.

está tremendo y que y que nos está rebasando. Pero, yo no sé si el arte tenga una fórmula, pero sí creo que el arte puede… porque sabes, hay otra cosa que también tenemos que reconocer y creo que es con la que más tenemos que luchar cabrón y qué es este pedo de… este, híjole qué mal hablo, perdón…

No hay problema.

Es esta cosa de “Ah pues no me pasó, no me pasa a mí. No pasa nada. A mí qué chingado. Pues yo estoy completo, están todos. Están mis hijos, están mis hijas, están mis padres. No tengo pedo güey. Pinches revoltosos de mierda. O sea, no cabrón. Porque no estamos exentos. Y porque finalmente, también… no diré como una falta de empatía, sino más bien que de repente como sociedad somos... ¿Cómo podría decirlo? Como tibios. Como, como que no nos animamos a levantar la voz. Yo no sé si levantando la voz sea suficiente, pero pues no sé, algo tiene que generar el montaje más allá de digamos, como de la cuestión emocional y sentimental que provoca. Sino otra cosa ahí. Conciencia. Empatía. Eso.

Fotografía: Luis Velázquez.

Sí, yo estoy seguro de que así será. Y me recuerdas a Brecht, esta cuestión de…

Y pues sí, eso de vinieron por los judíos y pues yo no dije nada porque yo no soy judío y por los homosexuales, yo no dije nada porque… y cuando vinieron por mí nadie dijo nada. Si no estamos sólidos como sociedad, más allá de las clases sociales, preferencias sexuales, este bla bla bla bla bla bla pues vamos a seguir valiendo madres mano.

Bien Miguel, te agradezco por esta entrevista, esta breve charla. Yo sé que van a haber más. Porque este es el primer acercamiento. Por ahí trataré de contactar a la actriz. Y quiero hacerte dos preguntas, se las hago generalmente a los artistas como ustedes, en cuestión teatral. Una es ¿cuándo decidiste ser director? ¿En qué momento de tu vida? Ese es una. La otra es ¿qué ha significado para ti hacer teatro?

Bueno mira, voy a empezar contestándote la segunda. Para mí, hacer teatro me cambió la percepción de las cosas y de la vida en sí. Pues yo llegué al teatro ya medio viejo, este estaba cumpliendo los dieciocho años y llegué por casualidad. Descubrí aquello y desde entonces, creo que no me he separado. Yo he tenido la fortuna de poder trabajar en distintas áreas del teatro. Fui antes de ser director, antes de ser productor y asistente de dirección, fui tramoyista mucho tiempo, muchos años. Entonces, también esa es una cosa que creo que me distingue de los demás directores, de los demás colegas. Al menos de mi estado. El lenguaje técnico me lo conozco de pe a pa porque fueron no sé, diez años o un poquito más de estar trabajando. Era asistente de iluminación y de audio. Y también, pues le entrábamos a todo, a la tramoya. Entonces, pues yo sé cómo se barre un escenario, sé cómo se debe trapear, todo eso. Y descubrir el teatro para mí fue una transformación en la vida. Empezar a ver la vida de otra manera. Y bueno, pues eso.

Yo decidí ser director desde una vez que en un ensayo justamente… bueno, no una vez, los ensayos, allí en el teatro que trabajaba yo veía al maestro que dirigía y pues ya al teatro me gustaba mucho. Y, entonces, un día dije, “chingados, a mí me gustaría aprender a hacer eso”. Y, pues, aprendí en la práctica. Fui, soy director. Yo estrené mi primera obra en el 2000 como director y no he parado de dirigir desde entonces.

Muchas gracias, Miguel por esta breve charla sé que se van a seguir presentando después del 18 Festival de Monólogos. Seguiré al pendiente de La Nada Teatro.

No pues muchas gracias a ti por el espacio, muchas gracias.

Entrevista realizada por Aarón Coré

Publicar un comentario

0 Comentarios