La poesía es un espacio para respirar: Beatriz Pérez Pereda

 

Entrevista realizada por Enrique Jonguitud Blanco

Fotografía:
cortesía de Beatriz Pérez Pereda


Podría decirse que la poesía de Beatriz Pérez Pereda se fragua en el sur, en ese cálido territorio donde la luz a menudo es interrumpida por la lluvia: y luego hay más una luz: luz húmeda que da vida. Es una tierra impregnada del color verde eterno. Es también la tierra de Carlos Pellicer y de José Gorostiza. Y justo de ahí es que la poeta Beatriz Pérez Pereda desea que el mundo exterior la siga asombrando.

Esta poeta tabasqueña refiere que la poesía le da a la sociedad una pausa para la reflexión, da, dice, un espacio perfecto para respirar.

Beatriz considera que al hablar de discursos o formas actuales de la poesía se debe tomar en cuenta que “en la poesía hay tensión, hay fuerzas que subyacen, que están tirando de un lado para otro y de entrada la poesía siempre se debate entre tener un pie en la tradición y otro pie en el futuro, o en la vanguardia por así decirlo y de esa tensión es que se va consiguiendo la poesía del momento, la poesía actual”.

La poeta subraya  la importancia  de conocer las tradiciones “de leer y conocer  a quienes escribieron poesía antes que nosotros, y con eso yo creo que es como un crisol, abrevar y aprender de la tradición, de lo que se hizo antes y en nuestras circunstancias actuales, con nuestra personalidad, hace que uno pueda dar un paso más hacia adelante, hacer una síntesis de todo eso que aprendimos, de todo eso que leímos de todo eso que somos y llevarlo como al otro nivel, si bien siempre ver por la tradiciones, es eso: crear otra cosa nueva pero con materiales viejos”.          

Del debate que existe, precisamente sobre las formas poéticas, Beatriz señala “por un lado hay todavía cierta percepción de que la poesía es cursi o que solo puede tratar temas amorosos o que la única poesía verdadera es la poesía de las formas tradicionales, la que generalmente abreva en la métrica o en formas ya hechas, sin embargo, yo creo que por mucho tiempo los poetas están teniendo lecturas más diversas”.

Señala que “eso se nota en los temas de muchos libros actuales o en las formas de la poesía actual porque abrevan por ejemplo mucho en la narrativa, o mucho en el ensayo, entonces ya no son solamente poemas que tienen como detonante una emoción, también se escribe poesía que está basada en ideas, que se sigue hablando desde la emoción, pero también se habla o se dialoga desde la inteligencia”

La poeta cita “entonces hay muchos ejemplos de eso como Elisa Díaz Castelo con esta poesía que mezcla términos científicos que trae como el lenguaje especializado de la ciencia a la poesía, o algunos conceptos tremendamente poéticos que tiene la mecánica cuántica o la física y lo trae a la poesía; tenemos a Mónica Neponte con esta conciencia de lo ecológico, trae también todo ese lenguaje  a la poesía, tenemos a Rocío Cerón con toda su experimentación  en torno al sonido y a los sonidos exteriores a la poesía, a la palabra misma”.

Fotografía:
cortesía de Beatriz Pérez Pereda

¿La nostalgia esta pasada de moda en la poesía?

“Yo no creo que la nostalgia haya pasado de moda: creo que se sigue hablando de la muerte, del amor, del duelo, de la pérdida, de la nostalgia, de todos estos grandes temas de los que siempre ha estado compuesta la poesía, sin embargo, siento que hay otros acercamientos a esos temas.

Porque luego también es complejo, tenemos a poetas tradicionales o poetas que son canon que escribieron tan bien sobre todos estos temas, que bueno a nosotros como escritores contemporáneos nos toca revisar eso y abrevar, yo creo que se siguen escribiendo sobre esos temas pero que estamos buscando otras formas de escribirlo”.

Sobre la Poesía experimental habla la poeta:

“Hay como poco consenso acerca de que es lo experimental, por ejemplo, en mi caso personalismo primero fue un proceso –dice refiriéndose a su poemario Crónicas hacia Plutón- yo tengo 20 años escribiendo poesía tengo siete libros publicados, entonces llega el momento en que uno dice bueno hay que reinventarse y hay que reinventar nuevos caminos, porque si no una va a ser como los cantantes que tienen 50 discos y cada disco es exactamente igual.

Entonces yo de repente me canse de hablar de mí y quise mirar hacia afuera, quise mirar al mundo ya no estar centrada en mí, ver hacia afuera, mirar al mundo y dejar que me sorprendiera y a partir de ahí, empezar a contar historias que yo quería contar utilizando el vehículo de la poesía, contar esos hechos,  esas historias que me sorprendieran, y a partir de  ahí surgió Crónicas hacia Plutón que fue de leer libros de divulgación científica, seguir páginas de la Nasa, y surgió de ahí como también otro libro que tengo Persona no humana que surgió de leer en un periódico una historia acerca de una orangutana  a la que unos abogados animalistas estaban luchando por sacarla de cautiverio, entonces fue como encontrar esas otras cosas que me asombraban y quizás estos hechos fueron un pretexto para seguir hablando de las cosas que me importan.

Crónicas hacia Plutón creo que lo experimental puede ser el tema; el sujeto del tema es una urna de cenizas que va viajando hacia Plutón pero en si los poemas la verdad es que son bastante clásicos ya en  Persona no humana los poemas tienen una experimentación en la forma hay desde formas geométricas, formatos  que corresponden a otras disciplinas como informes científicos ,como los formatos jurídicos, además el poema puede tener la forma de una denuncia, esas son como preguntas que me hice y así se van escribiendo los libros al menos los que yo intento escribir ahora”.

¿Qué aporta la poesía a la sociedad?

“Hay como un debate ético acerca de si la poesía tiene que ser útil, que es un concepto heredado del capitalismo: que todas las cosas tienen que tener una utilidad, una productividad, que tienen que servir, pero las cosas pueden existir a través de la belleza y para el goce de las personas, la peligrosidad  de la poesía es que para escribirla uno se aísla, aunque de la misma manera puede ser un acto gregario, pero la poesía nos orilla aun silencio meditativo, a un silencio compartido, yo creo que la poesía puede dar eso a la sociedad, le da un espacio para respirar, le da un momento e calma de detenerse en esta sociedad con este sistema de organización del capitalismo donde dice que siempre tenemos que estar haciendo algo que sea productiva, algo de lo que  pueda sacar una ganancia, entonces creo que la poesía le da a la sociedad eso una pausa para la reflexión”.

Entrevista realizada por 

Enrique Jonguitud Blanco

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