Cronos literario: Juan Rulfo y la universalidad de sus personajes. Por Aarón Coré.


   El llano en llamas, de Juan Rulfo fueron cuentos que se publicaron por primera vez en 1950. En ellos se retrata a una gran variedad de personajes que aparecen situados en diferentes espacios y tiempos. Los personajes se encuentran entrelazados a través de temáticas que forman parte de su vida cotidiana y en sus historias se emplea un lenguaje específico de una región. ¿Qué se encuentra en los personajes de los cuentos de Juan Rulfo? Y ¿por qué se pueden leer en cualquier parte del mundo?

   El lector se encuentra con personajes que disfrutan del poder sobre la tierra o sobre las gentes. Estos hombres, a pesar de adquirir formas distintas en cada cuento pueden ser reconocidos. Por ejemplo, el escritor coloca al exdueño de enormes extensiones de tierra y los enfrenta a lo que para ellos significó el despojo, producto de una Reforma Agraria en México.

   Antes de dicha Reforma, esos dueños de la tierra afectaban de formas múltiples a la gente que les rodeaba. Se transforman en ladrones, asesinos, dueños de la electricidad de un pueblo entero, verdugos laborales, continuos acaparadores de la tierra más fértil, inmunes ante la ley, incestuosos o fervientes devotos de las creencias que la iglesia inculca.

   Hay en el interior de los dueños del pueblo un miedo al infierno, una característica que comparte con el que no tiene nada. Las historias que la iglesia ha plasmado en los pueblos de esas regiones se describen a través de las acciones de los personajes. Y el rico tampoco se escapa ante el miedo a ser descubiertos por el cura y así, sucede el ocultamiento de las pasiones humanas.

   Por lo tanto, el personaje decide permanecer oculto en el mismo lugar para seguir disfrutando de la pasión que envuelve toda su carne. Confesar lo que verdaderamente habita en su ser, significaría renunciar al cielo y pisar los infiernos ¿Quién no ha ocultado sus pasiones humanas ante el miedo de perder la imagen que se tiene ante los demás?

   Después de la repartición de tierras, los dueños que han sido obligados a ceder parte de su propiedad se encuentran vulnerables ante el odio y rencor de la gente. Son los pobres los que nos contarán lo que han vivido, sentido, observado y ejecutado. Son ellos los que experimentan en carne propia la miseria y quienes esperan un tiempo favorable para que la tierra rinda sus frutos. Siempre tienen hambre y todo el día buscan qué llevarse a la boca. También pueden ser los que asesinan por un sueldo, testigos de los hurtos que cometen los que tienen más ventaja o quien camina cientos de kilómetros para llegar a donde se encuentre la virgen que ha elegido para llevar a cabo el milagro que cure su enfermedad.

   Para algunos, enfrentarse a la vida y la muerte es lo recurrente todo el tiempo. Si sienten y comprueban que les van a arrancar la vida, no dudarán en asesinar rápidamente y el instrumento para causar la muerte del otro, puede ser cualquier objeto. Una aguja de zapatero es suficiente para desangrar cualquier órgano del cuerpo. ¿Quién reclamaría la muerte de un sujeto que se dedica a asesinar o a robar?

   El campesino camina durante horas para llegar a la ciudad, donde va a vender el único objeto valioso que se presenta constantemente en cada cuento. Puede tratarse de una gallina, vaca, becerro, chiva, y a veces, el mismo cuerpo. El objeto será siempre el remedio para todos los males. Pero ¿qué pasa cuando se pierde ese objeto convertido en el símbolo de una esperanza?

   La vaca es la esperanza de un padre y de una niña. Poseer un objeto de valor en la región donde viven, asegurará el interés amoroso de un hombre y muy seguramente un matrimonio digno. ¿Qué se puede hacer ante la pérdida de un único objeto que representaba la esperanza de tener un destino diferente? La resignación. El padre, la niña y la familia saben que el único oficio para una mujer pobre es la prostitución. Lloran las niñas y se lamentan los padres que no tienen nada.

   Pero, también están los que han recibido la peor parte de la tierra de la cual no cosecharán nada por ser estéril e infructífera. ¿Quién se quedó con la mejor parte? ¿Dónde quedaba el beneficio para esos campesinos? ¿De qué iban a vivir? ¿Qué se debía hacer? Ante el miedo a la muerte también se emigra. Se suscita el éxodo. Es necesario y urgente para los personajes rulfianos despedirse de la tierra y buscar otras donde se pueda sobrevivir.

   Pero, existen otros tipos de traslados que realizan los hombres y mujeres en estos cuentos. Está el que genera la culpa. Si se ha roto una regla religiosa, el sufrimiento que se produce acompaña al transgresor durante todo el camino. Si se ha asesinado, engañado, mentido o escondido un pecado, la peste de la culpa se hace visible a través de los fluidos del cuerpo. Si la mujer ha tenido relaciones sexuales con el hermano del esposo, ella misma comprueba que ni una gran cantidad de días caminando puede acabar con el remordimiento. ¿Cuánto hay que caminar para enterrar la culpa?

  Se encuentra al que es diferente a los demás y que es peligroso para los que dicen ser cuerdos. Al loco se le ata y se le inculca el miedo para que no haga cosas que se consideran malas. El loco deberá acatar las reglas que no son de su mundo para poder compartir la misma tierra que los otros. Una tierra rica en sonidos, placeres y agresiones. Es el loco quien no comprende lo que los cuerdos van y confiesan en la iglesia. Él es el único que disfruta de los placeres que para los otros son sinónimos de infiernos.

   Tenemos al campesino, borreguero, vendedor de chivas o mujer pobre que comparten una tierra específica y que se expresan desde una estructura de narración compleja hasta un monólogo inolvidable. Cada línea que Rulfo describe sobre la tierra, las nubes, el calor, la lluvia, el lodo, las llagas en la piel que despiden olores fétidos, el río, los cerros o los pechos de una mujer, están dotados de una gran sensibilidad literaria.

  Y sí, los cuentos de Juan Rulfo utilizan un lenguaje característico de una región y tiempo determinado. Pero, el escritor pasó de lo regional a lo universal. Cada imagen literaria que creó provoca relación de acontecimientos sin importar la lengua, el tiempo o el lugar. ¿En qué parte de nuestro México actual o de cada rincón del planeta no se han presentado situaciones como las que vivió cada uno de los personajes de Juan Rulfo?

   Aparece lo que está oculto en la superficie de cada cuento. Es difícil separarse de lo político, social, económico, religioso, cultural y humano de cada una de las historias que vive un personaje. El clima, el dolor, el hastío, la culpa, la muerte, el asesinato o la pobreza, el deseo o la esperanza puesta en un objeto no puede permanecer ajeno al organismo del lector que ha andado por la tierra. 


Aarón Coré.*     

   Nació en Monterrey, Nuevo León, México en el año de 1982.  Egresó el 2015 de la Escuela de Teatro de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Nuevo León, México. (UANL). Actualmente, cursa el sexto semestre de la Licenciatura de Educación en la misma universidad.

   El 23 de marzo de 2020, creó la Revista Sector Nostalgia. Pasión por el retorno... A través de este proyecto, se retorna a un tema cultural, personaje o trayectoria de un artista específico y se vincula con nuestro presente por medio de la escritura, podcast, entrevistas y breves documentales.

   Fundó  Mezquiteatro, el 6 de febrero de 2019, una compañía teatral independiente en la que realiza talleres, escritura, teatro y encuentro con las comunidades.  

*Actualizado el 04 de septiembre de 2021. Monterrey, Nuevo León, México.



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