Las ruinas de la memoria: es un homenaje a la vida, la vida en el teatro y para dos grandes profesionales", Mayra Vargas.


"Se siente diferente porque estoy muy clara. Que no se trata de mí, se trata del maestro Virgilio, de la maestra Mirna Kora. Se trata de eso, de hacer un homenaje a la vida y el teatro".

Mayra Vargas, directora escénica.

Foto: cortesía de Mayra Vargas


 Mayra Vargas junto a la Dra. Elvira Popova dirige Las Ruinas de la memoria del dramaturgo Luis GuerreroCompartimos la conversación que tuvimos con la directora en torno al homenaje que realizarán al maestro Virgilio Leos y Mirna Kora Leos hoy a las 8 pm en la inauguración del 33 encuentro Estatal de Teatro Nuevo León que organiza CONARTE en la Gran Sala del Teatro de la ciudad. 

¿Cómo te sientes? Va a estar en la inauguración Las ruinas de la memoria.

 Fíjate que he tenido la oportunidad desde que empecé a hacer teatro en Monterrey, yo no soy de Monterrey, pero desde que llegué aquí, he tenido la oportunidad de ir creciendo con el teatro y para el teatro. Había estado en los encuentros, había estado en encuentros de manera anterior. Soy muy afortunada en eso creo que desde que llegué a la ciudad, desde que empecé a hacer teatro, he crecido con él y para él.  Sin embargo, siento que en esta ocasión no solamente se suma el quehacer teatral, sino que se suma la trayectoria del maestro Virgilio y la maestra Mirna Kora Leos. Y Elvira y yo lo hemos platicado un montonal de veces que esto se trata más de hacerle honor a la vida a la vida en el teatro. Se trata más de acompañar, de estar acompañadas en un proceso creativo con dos personas muy muy grandes de Monterrey. Y se trata de un proceso de vida que yo creo que es lo que en esta ocasión me ha movido más y por eso la siento tan tan especial estar en el Encuentro de Teatro inaugurando, pero inaugurando con el maestro Virgilio, con la maestra Elvira Popova, con Luis Guerrero y evidentemente con la maestra Mirna Kora, que aunque no nos acompañe físicamente está con nosotros.

Fotografía: cortesía de Mayra Vargas.

Muy bien, gracias Mayra, qué bonito lo que me piensas. Voy a retomar esto que expresas sobre "compartiendo la vida", "mucha fortuna", cómo lo asumes, cómo te estás asumiendo. Porque es muy específico lo que mencionaste hace un momento. Pero, antes... ¿qué pensaste tú sobre Las ruinas de la memoria de Luis Guerrero como para decir "quiero llevarlo a escena"?

 Creo que al principio todo llegó por piezas separadas. Pero también este proyecto me ha dado la oportunidad de entender que el teatro y la vida no funcionan por separado. Claro, el texto en su estructura dramática. Incluso, lo hemos hablado mucho con el maestro también. Luis es muy hábil es muy talentoso y en la misma estructura dramática va componiendo las escenas. Va componiendo las acciones y les va dando un ritmo. Eso por una parte el texto dramático. Y obviamente, me parece muy interesante. Me gusta mucho el trabajo de Luis como escritor, como una pieza alterna. Y luego ya que empezamos a juntar las partes, a juntar las piezas, nos dimos cuenta y con este proyecto en particular, que nada se articula de manera casual todo tiene una articulación per se. Todo se va articulando de manera que yo siento como si el texto se hubiese escrito para nosotras, para nosotros, para el equipo. Que, aunque Luis lo escribe pensando en un homenaje a sus abuelos, finalmente termina siendo un homenaje para la vida, para el maestro Virgilio, para la trayectoria de la maestra Mirna Kora. Y es un texto que me parece muy enigmático, muy interesante, la manera en cómo está puesto y cómo desde la estructura dramática tiene un permiso maravilloso. 

O sea, Luis lo escribe de manera que el texto sea una pieza en sí misma. Y claro que se embona con nosotros, embona con la idea que teníamos. Y creo que desde un inicio dijimos “esto tiene que ser un homenaje para el maestro Virgilio y para la maestra Mirna Kora” y las cosas se han ido dando de manera maravillosa. He ido fluyendo, ha ido fluyendo mucho el trabajo. Y es muy bonito trabajar con el autor también. Porque entonces ya no son las palabras de Luis Guerrero puestas en papel, son las palabras de Luis Guerrero. También, la vida de Luis y su vida. Como su vida personal y su vida como artista también. 

 O sea, finalmente el texto es un homenaje a la vida, lo repito porque así lo hemos desarrollado desde el inicio, para la vida de sus abuelos, para la vida en el teatro, para dos grandes profesionales, para nosotros mismos. Es un deleite. Y trabajarlo desde ese lugar nos da mucha luz, una manera de disfrutarlo. O sea, yo me siento muy muy cómoda con el trabajo. Definitivamente creo que es importantísima la idea de que el dramaturgo está en escena porque aparte lo va escribiendo también. Es una reinscripción de su mismo texto, es muy interesante, ¡genial!
Imagen: CONARTE.


Dirección adjunta, ¿cómo ha sido la experiencia de trabajar junto a tu amiga, junto a tu maestra, a tu compañera la doctora Elvira Popova?

 Elvira, Elvira y yo hemos trabajado desde hace muchos años juntas. Tenemos un grupo que se llama Teatro Mexicano Monterrey que surge justamente a partir de un diplomado de Teatro Mexicano que la maestra Elvira impartió en CONARTE, creo que en Adolfo Prieto, no me acuerdo. Es Elvira, Kagua (Treviño Barahona) y yo. A partir de eso, empezamos a darle cierta identidad a nuestro grupo, a nuestro equipo y esa identidad tiene que ver con la búsqueda de la misma. De manera individual y de manera grupal. Cómo a partir del teatro o cómo el teatro nos da identidad, memoria, recuerdos, archivo y eso lo aplicamos tanto en nuestro quehacer artístico, como en las obras que montamos. 

 Elvira y yo somos una mancuerna muy muy estrecha. O sea, en todos los proyectos anteriores habíamos trabajado, ella como dramaturgista, Kagua como productora y yo como directora. Sin embargo, en este proyecto donde las dos dirigimos, pues ha sido… ¿qué te digo? Parece que nos leemos la mente. Pues, ahí hay una simbiosis bastante bastante clara. Tomamos decisiones en conjunto que en sí mismas funcionan como si fueran una sola. Yo puedo tener una idea sobre algo, Elvira otra idea que puede ser muy opuesta pero ya en la puesta en escena funcionan igual. Y entonces, nos hemos entendido muy bien. Pero nos hemos entendido más allá del diálogo, porque lo recuerdo brevemente. Obviamente, sí, mucho trabajo de mesa. Pero, no como estos diálogos, esos acuerdos, ¡no! Creo que, todo lo contrario, nos hemos llevado y nos hemos dejado guiar por la ficción, por el teatro, por el carácter mismo de la obra y eso nos ha funcionado increíble.

 En este proyecto en particular, trabajó con nosotros en la producción, el diseño de la producción, un amigo nuestro. Muy querido que se llama Caín Coronado de San Luis Potosí de El Rinoceronte enamorado y ya teníamos muchas ganas de trabajar con él y él con nosotras. Entonces todo se dio. Pero, por supuesto que es una fortuna. Elvira y yo nos leemos la mente, es impresionante cómo es que ya trabajamos en esa simbiosis. Es una fortuna, no hay este asunto como de “haber vamos a generar un diálogo”, “vamos a generar un acuerdo”, no. O sea, ella lo piensa, yo lo pienso y se da. Incluso, a veces sin decirnos las cosas pensamos en lo mismo y eso creo que nos da mucha claridad de que estamos en el camino correcto. Imagino que a ella también le da claridad de que esto es lo que nos toca hacer en la vida y no tiene otra complejidad. Es “nos toca esto” y lo hacemos con mucho amor.

En dirección adjunta se pudiera pensar “imagínate yo estar con mis ideas y la otra persona con otra idea”, ahí estaríamos hablando de otro tipo de bloqueos que no van a llevar a hacer un acto creativo. Y ustedes no se pierden en eso, están pensando en la vida, en llevar a cabo un proyecto…

…claro hay mucho trabajo de mesa, eso sí. Hay un proceso de mesa extenuante y el proyecto de mesa tiene que ver con tener muy claro el concepto de la puesta en escena. Tener muy claro a los actores, tener muy claro los tonos, todo todo lo que tiene que ver con la puesta en escena. Pero, lo compartimos de tal manera que a la hora de dirigirlo ya todo sale como… no quiero decir como arte de magia porque evidentemente Elvira y yo tenemos mucho trabajo detrás. Tenemos una metodología que hemos ido desarrollando y que hemos ido como poniendo en cada puesta en escena. 
 
 Sí hay una metodología, hay una técnica, por supuesto. Claro, también me doy cuenta cuando la técnica y el método están muy bien anclados, lo demás va a fluir y no hay por qué hablar o tener acuerdos cuando está muy claro el concepto de la puesta en escena. Cuando está muy claro lo que queremos lograr con la puesta en escena. Cuando tenemos tan clara la metodología de trabajo y la técnica que queremos emplear en la metodología de trabajo. 

 Entonces, yo creo que evidentemente la simbiosis que tenemos Elvira y yo sí deviene de una relación tan fraternal que tenemos. Pero, también viene de todo el proceso de mesa, de investigación que hemos venido creando juntas desde hace un montón de años. O sea, sí te puedo decir, no es gratuito evidentemente, pero hoy en día te puedo decir que es un proceso creativo muy limpio. Muy limpio, muy complementario y que tiene mucho fondo de investigación. Tiene mucho fondo, de horas, de estar pensando y repensando el proyecto, leyendo el texto, extrayendo ideas, símbolos, pensamientos y cómo queremos traducir ciertas imágenes. Entonces, todo ese proceso lo hicimos las dos sentadas y a la hora que llegamos a la puesta en escena, ¡pum! Las cosas fluyen porque fluyen. Porque ya no hay dudas sobre lo que tenemos que hacer.

Fotografía: cortesía de Mayra Vargas.


 Es importante decirte algo, estaba observando tus obras, las que has dirigido. Eres una imparable directora joven, que sabe lo que quiere y va tras eso. Y que en el proceso tiene una conciencia clara de lo que es hacer teatro junto a su equipo. Por mencionar solo algunos ejemplos, dirigiste Cuttin’it, de Charlene James, Los signos del zodíaco, de Sergio Magaña, Clipperton, de David Olguín. ¿Qué implica ahora para ti el hecho de dirigir Las ruinas de la memoria de Luis Guerrero"?

 Voy a regresar un poco las claridades. Yo creo que en ese sentido siempre he tenido como claridad. Desde donde estoy anclada en mi vida personal, en mi vida artística y tiene que ver con la memoria la identidad, la idiosincrasia mexicana. Y en ese sentido me hallé increíblemente con Elvira. También, digamos, en mis búsquedas personales tiene que ver con cómo siempre me ha interesado indagar sobre la memoria la identidad, el archivo histórico. Aquí no se habla en Las ruinas de la memoria, pero siempre he trabajado con temas que tienen que ver con migración, que tienen que ver con la desigualdad social, que en un momento también tenía que ver con momentos tan complicados en Monterrey. 

 Entonces, sí hay un hilo o sea sí hay un hilo conductor. No lo he querido soltar, Me interesa mucho seguir hablando desde mi lugar y aunque bien mencionas Cuttin’it,  es un texto británico, siempre lo trajimos a nuestras geografías. O sea, no pretendemos en Teatro Mexicano Monterrey hablar desde otro lugar que no sea nuestra propia geografía, nuestra propia identidad, nuestro propio mapa del mundo. Y me parece que, aunque la compañía tiene este eslogan o esta idea de trabajo que es hablar de textos mexicanos, de dramaturgos mexicanos o de indagar en la identidad, en la idiosincrasia mexicana a través del teatro, se pueden hacer textos británicos, textos de cualquier lado del mundo, con textos búlgaros.  Y, sin embargo, todo lo traíamos a nosotras, no importaba si el texto es búlgaro, británico… de donde sea. Siempre traerlo a nuestra realidad, a nuestras geografías.

 Y uno de los mayores retos para mí, en ese sentido con Las ruinas de la memoria fue traer a mi geografía, a mi momento de vida la vejez. La vejez como una geografía, la vejez como un espacio. No es lo mismo y lo digo con todo el amor y respeto que le puedo tener a las personas de la tercera edad, trabajar con un actor de la tercera edad. Es muy complejo porque no solamente estamos trabajando con su teatro o con su talento, sino que trabajamos con todo lo que implica ser una persona de la tercera edad. Y poner esa geografía en mi vida personal en mi vida artística pues por supuesto que es un mapa también. O sea, los espacios no como geografía sino los espacios como nuevos lugares donde yo me descubro y descubro cuáles son mis habilidades. 

 También, frente a ello creo que el mayor reto de esta obra no es entender la vejez sino convivirla. Y de alguna u otra manera saber que todos vamos a llegar a ese lugar. Entonces desde ahí ampliar el discurso, desde ahí ampliar esa geografía y repensar la vida como espacios, como países, como lugares a donde vamos a llegar eventualmente. Esas geografías a mí se me cruzaron. Yo en este momento de mi vida, la mayoría de las personas que me rodean, incluyendo mis papás no están más allá de los 60 años. Entonces, por supuesto que no me ha tocado tocar ese terreno, no me ha tocado pisar esa isla. Pero con el maestro, con los maestros lo hice. Y entonces, claro que todo cobra un significado bien distinto. Para mí fue descubrir. Como si hubiera descubierto un nuevo mundo, un nuevo espacio en la tierra. Porque definitivamente me descubro a mí con otras habilidades y descubro a Elvira también con sus propias habilidades con respecto a la vejez. Y entiendo desde otro lugar las cosas. 

Creo que todavía no he logrado en mi proceso de vida, de reflexión descargar todo lo que implica para mí trabajar con el maestro Virgilio y con la maestra Mirna Kora. Pero definitivamente es un espacio que a mí me está dando mucha luz con respecto a la vida en general. Es ese fue mi mayor reto, entender que el lugar que estaba anclando el barco, era un lugar desconocido para mí. No artísticamente, pero sí en cómo lo afrontas. Es muy diferente, es muy distinto. Creo que eso fue uno de mis mayores retos y no porque la vejez sea compleja, sino porque es muy complejo entender el ahora con ese espejo. Pues no sé, es que todavía te digo que hay cosas que me gustaría reflexionar mucho más con respecto a esto.

Mayra estoy muy agradecido de por fin haberlas entrevistado a las dos. Gracias por este regalo, el que le van a hacer a Virgilio Leos, a Mirna Kora Leos y a los espectadores el día 7 de junio a las 8 pm.

Muchas gracias. Yo me siento muy contenta de poder compartirlo también. Y claro yo espero que vayas el miércoles 7 de junio a ver Las ruinas de la memoria y que la podemos dialogar después.

Claro que sí. Ahí nos vemos Mayra.

Entrevista realizada por Aarón Coré



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