Voz Nostalgia. ¿El cambio social existe? Por: Kassandra Rodríquez P.




     A menudo escucho a algunas personas decir comentarios despectivos con respecto a la mujer, en su mayoría provienen de hombres. La mayoría de estos comentarios son de índole un tanto machista haciendo referencia a la mujer como símbolo de debilidad, considerarla como alguien que no está completa si no está con un hombre a su lado o se señala a la mujer como un objeto para el placer sexual masculino.

   Esta es una conducta o pensamiento que se ha normalizado durante décadas y los comentarios que atacan al sexo femenino suelen estar en el día a día de una mujer. Ya sea en el trabajo, la escuela, en algunos círculos sociales como los videojuegos y tristemente en el hogar. Ahí es donde la familia suele ser uno de los principales focos de machismo al vivirse la problemática más de cerca.

   En algunas familias la crianza a base del machismo es bastante común, tanto así, que se ha vuelto generacional y en estas costumbres es donde existe un hombre que representa la cabeza de la familia, el que lleva las riendas y el aparente sustento de la familia mientras que la mujer debe estar al cuidado del hogar, la crianza de los hijos y atender al hombre en todas sus necesidades y depender económicamente de él. ¿Por qué la mujer debería tener voz para tomar decisiones en la familia o en asuntos que tienen que ver para consigo misma?

   Muchas mujeres han vivido incluso violencia en sus hogares considerando este tipo de “castigo” como algo normal en la vida de una mujer. ¿Cuántas veces no se escucha decir a algunas mujeres que no se atreven a denunciar o tomar acciones porque el marido les pega por miedo a desobedecer al hombre?  Es común ver mujeres machistas, estás de alguna forma están fomentando y normalizando muchas conductas machistas que no benefician a nuestra condición de ser mujer. Muchas mujeres carecen de autonomía a causa de la sumisión hacia el varón y es un problema más cotidiano de lo que se cree. 

  Este término es muy viejo en la historia de la humanidad y con él se han desarrollado otros problemas, cuando las mujeres parecían estar cansadas de la dominación del varón acudieron a posibles “soluciones”, entre ellas las marchas feministas que luchaban por los derechos igualitarios de la mujer, esto sin duda ha sido un gran inicio para todo lo que hoy podemos disfrutar como mujeres. Pero, uno de los problemas que se ha generado es un tipo de empoderamiento y no digo que el empoderamiento sea del todo malo, pero si este va orillado al poder sobre el varón parece que se cae en la misma dinámica del machismo, dando paso al hembrismo.
  Los seres humanos hemos habitado la tierra por muchas edades, lo cual a través de la historia se ha demostrado desde una perspectiva más antropológica el cómo los roles entre hombres y mujeres se fueron desarrollando y asignando de acuerdo con la “capacidad” tanto física como intelectual para llevar a cabo de manera exitosa estas labores.
  De esta manera al paso de los años se han ido modificando algunos de estos comportamientos establecidos por la sociedad. Tal es el caso de que las mujeres puedan estudiar y el derecho al sufragio femenino. Una vez una maestra nos hizo una pregunta: ¿El cambio social existe…? Para esto muchos de mis compañeros dieron grandes respuestas y reflexiones, desde el momento en que uno comienza a cuestionarse creo que ya es un gran avance para la sociedad. Mi respuesta a dicha pregunta estaba clara, yo creo en el cambio social ya que de no ser posible yo no estaría sentada en un pupitre cursando una carrera universitaria siendo mujer. 

   No está mal que las personas decidan vivir su vida de la manera que más les plazca, habrá mujeres a quienes, si les gusta estar única y exclusivamente al cuidado del hogar y la familia, pero habrá mujeres que por elección deciden no casarse, no tener hijos y mucho menos estar entre cuatro paredes manteniendo el hogar limpio y comida en la mesa. Habrá quienes también quieran en sus vidas un poco de ambas.

   Sin embargo, cada vez son más los que se suman a contribuir al cambio apoyando la igualdad de género rompiendo los esquemas sociales que fomenta el machismo y hembrismo, somos seres que podemos hacer y deshacer con facilidad, es por eso por lo que hay que deshacernos de las migajas que el machismo y el hembrismo que se siguen esparciendo.

¿Para qué nos sirve el machismo y el hembrismo? La respuesta es bastante clara, si ambos términos se refieren a actitudes que violentan la dignidad tanto del hombre y la mujer entonces no nos sirven para nada en la sociedad si la meta es progresar y vivir en una sociedad justa y armónica para todos, donde los problemas no nos separen sino buscar soluciones juntos.

  Todo este cambio no es símbolo de rebeldía ni de libertinaje por parte de las mujeres y hombres que están a favor del feminismo y la igualdad de género, esto no es para cometer una falta de respeto a las costumbres y tradiciones establecidas en distintas comunidades, esto ha sido necesario para poder disfrutar por igual la libertad, es decir, que tanto hombres como mujeres puedan expresarse y proyectarse en sociedad como un semejante intelectual. 

Ya no estamos en los tiempos de las pioneras feministas, pero hoy en día se sigue luchando para alcanzar esa igualdad para todos. Todos podemos contribuir al cambio, es más difícil poder cambiar el pensamiento y educación de quienes ya son adultos y han vivido toda su vida de una manera. Hay que empezar el cambio educando a los más pequeños, de una forma en que no se le dé cabida al machismo y hembrismo. 

 Cuando se es niño y se elige algún rol, en el caso de los niños, elegir cocinar o limpiar el hogar en algún tipo de juego entre niños, a este no se le debe de atribuir ninguna crítica que indique que dicho rol es femenino o no, viceversa en las niñas, cuando éstas eligen algún rol que algunos consideran solo para varones. Si seguimos dividiendo roles para hombres y mujeres difícilmente se podrá lograr un cambio.
¡Los roles no tienen género! esto es algo que hay que tener presente hoy más que nunca. De esta manera cuando los niños sean adultos puedan hacer omisión del machismo y hembrismo. Ambos podrán hacer uso de sus capacidades físicas e intelectuales por igual en conjunto para un mejor bienestar. 

  Todos tenemos la capacidad de hacer lo que más nos guste, romper los esquemas sociales que nos oprimen a vivir como si fuera normal o la ley de la vida hacer una cosa en un determinado tiempo, basta de hacer lo que señalan como patrón, cada uno hará elección en su vida de cómo quiere vivirla. Mujeres y hombres por igual…el respeto nunca nos debe de faltar.


    Por: Kassandra Rodríguez P.

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