Revista Sector Nostalgia pasión por el retorno, digital, Vol. VI, Núm. 69 (noviembre 2025)
Muy buenos días a todas y todos. Es un gusto estar con ustedes en esta mañana. Saludo con respeto al Gobernador del Estado de Nuevo León, Samuel García Sepulveda, cuyo compromiso con la cultura y las artes hace posible que celebraciones como esta sigan fortaleciendo el espíritu de nuestra comunidad.
Saludo también con especial aprecio a Irene Vallejo, nuestra homenajeada, a quien reconocemos no solo por su obra, sino por la manera en que nos ha probado el poder de unión y esperanza que tiene la palabra. De igual forma, extiendo un cordial saludo a las y los integrantes del presídium, a las representantes y los representantes de las universidades convocantes, a las autoridades culturales, académicas y al público que hoy nos acompaña.
Esta mañana nos reúne la fortaleza de los libros, esa energía silenciosa que atraviesa los siglos y que hoy vuelve a encenderse en la voz y la obra de una escritora excepcional. El Premio Nuevo León Alfonso Reyes, el máximo reconocimiento literario que otorga nuestro Estado, celebra no solo la excelencia de una trayectoria, sino también la permanencia de una tradición humanista que busca iluminar el presente con la sabiduría del pasado.
Este galardón conjunto del Gobierno del Estado y las cuatro universidades más importantes de Nuevo León nos une en vocación y visión para rendir homenaje a quienes hacen del conocimiento un acto de generosidad y del arte, una forma de servicio a los demás.
La cultura es el hilo invisible que enlaza nuestras historias, la voz que da sentido a la memoria y al porvenir. En ella caben nuestras lenguas, nuestras creencias, nuestros sueños y nuestras búsquedas.
La cultura, en todas sus expresiones, nos recuerda que lo humano no se mide por la riqueza material, sino por la capacidad de imaginar y de compartir. Por eso, cuando celebramos a una escritora, conmemoramos, junto a ella y gracias a ella, el valioso y profundo reconocimiento de nuestra condición humana. Hoy, ese propósito encuentra eco luminoso en la obra de Irene Vallejo.
Nacida en Zaragoza en 1979, Irene Vallejo descubrió desde niña los mitos de Grecia y Roma, patrias de las palabras. Doctora en Filología Clásica por las universidades de Zaragoza y Florencia, su escritura ha sabido transformar la erudición en una aventura compartida. En sus ensayos, columnas y novelas, los héroes antiguos conversan con las preguntas del siglo XXI, y la historia del libro se convierte en una historia de amor por la memoria humana.
Su voz, delicada y firme, conjuga la precisión del pensamiento con la emoción de la belleza. En obras como El pasado que te espera, Alguien habló de nosotros y, sobre todo, El infinito en un junco, Irene Vallejo entreteje la filología y la vida, la investigación y el asombro.
Ese ensayo, celebrado en todo el mundo, es mucho más que una crónica del nacimiento del libro: es una meditación sobre nuestra fragilidad y nuestra persistencia, sobre el modo en que las palabras han salvado a la humanidad de su propio olvido.
Su prosa, que ha conquistado lectores en más de cincuenta países, defiende el libro como un espacio de libertad, una morada común donde aún es posible imaginar un futuro más lúcido y más justo. Nos recuerda que leer es un acto de resistencia: contra la desmemoria, la prisa, la indiferencia.
Por esa mirada que enlaza la sabiduría del pasado con los dilemas del presente, Irene Vallejo comparte el linaje espiritual de Alfonso Reyes, nuestro humanista mayor.
Como él, entiende que la cultura no es un territorio de élite, sino una casa abierta.
Como él, hace de la palabra un lugar de encuentro, un territorio donde conocimiento y emoción se reconocen hermanos.
Y como Reyes, escribe para tender puentes: entre generaciones, entre lenguas, entre orillas del tiempo.
Por haber logrado que la erudición respire con voz humana; por su defensa de la lectura como acto colectivo, democrático y transformador; por recordarnos que cada libro es una lámpara encendida contra la oscuridad, el Gobierno del Estado de Nuevo León, a través de su Secretaría de Cultura, el Consejo para la Cultura y las Artes y las universidades convocantes, otorgan el Premio Nuevo León Alfonso Reyes a Irene Vallejo.
Querida Irene: este reconocimiento es también una celebración de lo que representas. En un mundo distraído y fragmentado, tu obra nos invita a la pausa, al diálogo, al reencuentro con la palabra.
Nos recuerda, con las palabras de Alfonso Reyes, que “el deber más santo de los que sobreviven es honrar la memoria de los desaparecidos.”
Tu escritura cumple con ese deber: rescata las voces antiguas, honra la memoria de quienes nos precedieron y les devuelve presencia en cada página. Hoy, Nuevo León te reconoce con gratitud y admiración.
En tu voz reconocemos la herencia de Alfonso Reyes y la certeza de que, mientras haya lectura y palabra compartida, la humanidad seguirá construyendo su mejor versión. ¡Muchas felicidades!
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Cómo citar:
Melissa Segura Guerrero «"Irene Vallejo entreteje la filología y la vida, la investigación y el asombro": Dra. Melissa Segura Guerrero>, Revista Sector Nostalgia pasión por el retorno, digital, Vol. VI, Núm. 69, (noviembre). URL:
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