Waiting for Julieta: "hacer que las cosas sucedan", Emmanuel Pichardo.

"La cosa que yo planteaba y planteo durante la obra es que Romeo y Julieta ni siquiera es una historia de amor como siempre pensamos y como todo el mundo nos la ha hecho creer. La historia de amor más grande de todos los tiempos en realidad es una cosa muy destructiva", 

Emmanuel Pichardo.

Fotografía:
cortesía de Emmanuel Pichardo

 Hola Emmanuel, me da mucho gusto volver a coincidir. ¿Te acuerdas de que estábamos en Microteatro? Oye, esto de recordar vivencias es la razón por la que le puse al proyecto Sector Nostalgia… (Risas) Me acuerdo cuando terminó la temporada de mi obra y fui al área de administración, ahí estabas y me preguntaste "¿Y ahora en qué andas Coré?". Y yo contesté “pues acabo de acabar…”. Y me dijiste, “no Coré, es que hay que seguir”. Y me cambió el chip. Entonces, cada que te veo en un proyecto, pienso “mira, ahí está, no hay que dormirse en los laureles, no hay que decir esto ya está. Al contrario, hay que darle vida a tus proyectos”. Por eso yo me siento muy contento de que hayas aceptado la entrevista.

 Nombre, al contrario, muchísimas gracias. Qué bonito que empiezas con esto de la nostalgia justo por el nombre que elegiste porque creo que de eso se trata mucho también la vida, ¿no? De las cosas que nos han pasado. Recordarlas porque se quedan ahí grabadas y nos ayudan siempre más adelante como en forma de aprendizaje. Entonces está súper padre eso y sí, ya Microteatro tiene muchos años, te agradezco mucho que te acuerdes de esa forma porque es algo que yo tengo muy presente, siempre siempre el teatro es una de las artes como más generosas. Pero, también puede ser cruel ¿no? Y si tú te duermes, si te olvidas, si dejas de hacer teatro, en algún momento el teatro se olvida de ti. Entonces, hay que estar ahí presente todo el tiempo, levantando la mano, queriendo hacer nuevas cosas, tratando de construir nuevas cosas, aprendiendo. Entonces, creo que no hay que dejarse nunca olvidar por el teatro.

Ahora, escribes, diriges, actúas en esta obra. Háblame sobre Waiting for Julieta ¿De qué trata?

 Pues mira, justo lo que dijiste ahorita es importantísimo, es un proceso que fue de escribir, dirigir y actuar. Es algo que yo nunca había hecho y creo que es algo que ya desde hace muchos años viene muy fuerte en la tendencia de las artes escénicas. Que los mismos creadores se ocupen de muchas áreas, que eso no significa que seas excelente en las tres áreas, digo, habrá quien sí, pero creo que más bien viene de la formación de cada uno de las de los creadores. ¿De dónde te agarras más para construir tu proceso, tu proyecto?

Fotografía: Leonardo Martínez.

 Yo no me considero ni dramaturgo, ni director como tal. Creo que mi proyecto está agarrado mucho desde la actuación. Escribí algo con muchas inquietudes que tenía desde el año pasado. Es un proyecto que fue resultado de un proyecto de una beca de Creadores Escénicos del FONCA. Y desde el inicio yo tenía muy claro que quería hablar sobre Romeo y Julieta, que es una obra que me gusta muchísimo, mi favorita de Shakespeare. Y tenía yo siempre la inquietud. Desde que estaba en la universidad me había gustado. Quería y tenía la inquietud de hacer el personaje de Julieta. Y nunca se podía, pues los maestros, ya sabes, vivimos también en México, un país muy machista y “¡No! Que lo hagan tus compañeras, ¿para qué? No, tú no. No, espérate…” Mil cosas, de pronto yo dije “pues la única forma de hacerlo es que yo lo haga solito.


  Y también he tenido, obviamente como casi todos en el país, seguramente experiencias como muy feas o muy dolorosas en torno a las relaciones de pareja. Entonces, esta obra va hilando la narrativa de Romeo y Julieta y se va juntando con narrativas personales, con fragmentos autorreferenciales de mi vida y cómo aprendimos a través de todos los referentes que tenemos alrededor a relacionarnos afectivamente. A través de la tele, a través de las películas, a través de la literatura. Hemos aprendido a relacionarnos afectivamente y muchas veces todos estos referentes nos dan una idea del amor muy muy destructiva. Muy “tóxica”, como dicen ahora, está muy de moda. 

 Justo al momento de hacerlo la cosa que yo planteaba y planteo durante la obra es que Romeo y Julieta ni siquiera es una historia de amor como siempre pensamos y como todo el mundo nos la ha hecho creer. La historia de amor más grande de todos los tiempos en realidad es una cosa muy destructiva. Un poquito va sobre sobre eso la obra. Y como te decía, mi primer problema fue escribir, no siento que yo tuviera esa formación ni como dramaturgo, ni nada. 

 Solo tenía esas inquietudes y escribí como iba pudiendo. Gracias a este apoyo del FONCA tuve también el acompañamiento en la dramaturgia de Fernanda del Monte que me fue acompañando durante todo el proceso para escribir, reescribir. Me iba leyendo, asesoraba, me aconsejaba. Fue un acompañamiento muy padre. 

Fotografía: Baudi Larsen.


Tratas un tema al final de cuentas humano, no nos podemos escapar y lo vinculas con lo teatral. Sé que no te concibes como dramaturgo o director, pero ¿qué descubriste sobre tu texto al convertirlo en escritura escénica?

 Sí, bueno, para empezar esto que dices, esta figura de la dirección y de la dramaturgia es muy interesante. Que creo que ya es una postura de hace muchos años, no quiero decir vieja o antigua, pero esta cosa del director que dice “A ver ¿qué voy a montar? y me pongo a leer textos”. Pues ya muchas veces los procesos ni siquiera son así, los procesos ahora creo que, verdaderamente creativos, vienen desde otros lugares, desde otras inquietudes de los directores o de los creadores en general. Y a partir de ahí, de esas inquietudes o se lanzan a escribir o consiguen a alguien que sea un dramaturgo con toda la extensión de esa palabra. Que escriba sobre estos temas que ya le interesan o a partir de otros materiales que no necesariamente son textos dramáticos. O de novelas, de notas periodísticas, de poemas o de cualquier otro material para construir.

 Yo siento que a veces ya está como muy atrás esta visión del dramaturgo que simplemente escribe sus textos y a ver quién se los monta. Creo que siempre que se escribe un texto tendría que tenerse ya la intención de que sea puesto en escena. Ya sea por uno mismo, con un equipo de trabajo o con alguien con el que ya estás colaborando. Porque creo que la verdadera esencia de un texto dramático tiene que ser ponerse en escena. Digo, más allá de que si se publican o no, si ganas premios o si simplemente "lo escribí porque soy dramaturgo". Creo que si es teatro y si se tiene la intención de que sea teatro, es que ya desde que lo estás escribiendo tendría que tener esa intención o ese objetivo. 
Fotografía:
cortesía de Emmanuel Pichardo

 Y en ese sentido creo que no fue un proceso el caso de Waiting for Julieta. No fue un proceso separado de que yo lo escribiera y después me dejara sorprender, sino que desde el inicio que lo estaba escribiendo yo ya me iba a imaginando “Okay en esta escena lo voy a estar haciendo así”, “en esta escena va a pasar esto” o “estos elementos que quiero ya meter que me imagino podrían embonar con estas partes que apenas estoy escribiendo”.

  Ahora, sobre la escena ya al momento de estarlo trabajando, todavía el texto no estaba completamente terminado. Estaba ya muy avanzado todas estas asesorías con Fernanda, pero dije “no puedo seguir nada más sentado escribiendo. Necesito empezar a probar todas estas ideas que ya creo que pueden ser así". Lo empecé a ensayar allá en Casa Teatro Reynosa con Caridad Gómez que es la directora de allá. Y, bueno, es una gran amiga y es la stage manager, anti Dj manager y hace todo. Va a ir conmigo en la obra. Con ella empecé a ensayar a probar y justo en esos ensayos se iban reescribiendo cosas y se iban ajustando cosas. 

 Si bien las más que sorpresas que yo me encontraba en el texto, más bien yo siento que me encontraba baches con el texto cuando ya lo estaba haciendo. Ya cuando estábamos ensayando decía “ay, mira, esto que yo había escrito que pensaba que iba a funcionar así, pues no funciona así. Vamos a hacerlo de esta otra forma. O esto que yo pensaba que iba a estar bien padre cuando lo estaba escribiendo aquí está haciendo muy largo hay que cambiarlo”.

¿Creo que estuviste la primera vez en Casa Teatro Reynosa con esta obra? O ¿ya lo habían montado varias veces?

 No, justo ya en esta parte final del proceso tuve la suerte de poder ensayarla allá porque Cari tiene su teatro allá. Entonces, me fui un par de semanas, como un mes ya al final para trabajarla con ella. Y ahí estrenamos que casi casi fue como un working progress. Justo para ver qué funcionaba, que no funcionaba. Ya después la pudimos hacer acá en Monterrey cuando fue el Festival de Monólogos que organizó la UANL y después tuvimos unas funciones en el CEDART. Entonces, sí, allá fue como como el experimento.

Waiting for Julieta participó en el
Primer Ciclo de Monólogos Aula Magna 2022 .
Imagen: Cultura UANL.

¿Y, entonces, Caridad Gómez aparece en escena?

Sí, es que justo el proyecto surgió como si fuera un monólogo como un unipersonal. Pero, al momento de estar ensayando allá, decía “bueno, ella me apoya con la luz, con el audio… Pues, ¿qué te parece si estás tú aquí en escena? Y entonces, ella desde la escena acciona la luz, acciona el audio. 

Por cierto, como si fuera una Dj y al mismo tiempo tiene algunas intervenciones aportando como si fuera una mirada externa dentro de la misma escena. Que también genera un vínculo muy padre ella con los espectadores porque es como si fuera un espectador dentro de la escena también.  Esa mirada externa, pero con voz dentro de la escena. O sea, ella fomenta mucho que el público interaccione, que el público intervenga. Creo que la obra propicia mucho esta interacción con los espectadores y ella es un puente muy padre para que eso suceda.

Fotografía:
cortesía de la actriz Caridad Gómez.

 Caridad Gómez es súper talentosa, ya los vi en Corruptocracia, dirigidos por Alberto Ontiveros, los dos están geniales. Y qué bueno que estás haciendo una bonita mancuerna artística que va más allá de solamente el trato entre el "director y la que me ayuda". Hay una complicidad entre ambos que se vio en la obra anterior y en esta obra. ¿Qué sientes de que algo que salió de ti esté recorriendo más espacios?

 Pues, mira creo que ahí lo voy a ligar un poquito con esto que decías antes. Estoy contento, por supuesto, pero, no creo que sea de gratis que la obra se pueda presentar aquí o allá o en el 33 Encuentro Estatal de Teatro Nuevo León o en cualquier lado. Creo que hay mucho trabajo detrás para que se pueda presentar en esos lugares o en esta temporada. El mes pasado estuvimos en un festival en Texas y no es nada más de suerte o de que “ay, ¡miren! ¡Qué maravilloso soy!”. Al contrario, yo creo que seguro mi trabajo tiene muchos huecos, que hay que rellenar y seguir trabajando. O sea, ni de chiste creo que el trabajo sea ni perfecto, que siempre puede ser mejorable. 

 Hay mucho trabajo detrás que tiene que ver con la producción, que es otra cosa que yo hago mucho desde hace muchos años desde que salí de la escuela. 

Creo que tenía esta idea de no querer ser un actor que sale del de la universidad y dice “bueno, ya soy actor ¿Quién me va a invitar a actuar? ¿Y ahora qué voy a hacer?”. Sino esta energía, esta fuerza que se tiene para decir “okay, bueno quiero hacer este proyecto, ¿cómo lo hago? ¿Cuáles son las herramientas? ¿Cuáles son las convocatorias? ¿Cuáles son los espacios disponibles? ¿Cuáles son los recursos que se tienen?” ... y hacer que las cosas sucedan. 

Creo que la finalidad de esto es compartir la entrevista para que nuestros lectores conozcan un poco de ti y cómo desde hace un buen de años te mantienes activo. Deseo que sean muchas más funciones a partir del Encuentro, va a suceder, yo lo sé, porque lo estás haciendo posible gracias a esa constancia. Gracias Emmanuel.

Nombre, gracias a ti.

Entrevista realizada por

 Aarón Coré.



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